Dios que diste a San Juan de Capistrano,
la
gracia para confortar a tu pueblo en las adversidades,
te rogamos humildemente
que reafirmes nuestra confianza en tu protección
y conserves en paz a tu
Iglesia.
Que por su intercesión obtengamos valor y fuerza,
para hacer siempre Tu santa voluntad.
Danos el entusiasmo y fidelidad
para defender
siempre
el gran regalo de la pasión de Nuestro Señor Jesucristo,
sabiendo que
en El está la victoria y la salvación
Que apoyemos todo lo que somos,
todos los que
hacemos, sobre la roca sólida que es EL .
Que la experiencia propia
y ajena nos
enseñe a renunciar a la actitud de libertinaje
y pecado para abrazar la ley del
amor
que nos hace santos, en el trabajo,
en la predicación o en la enfermedad.
Por Cristo Nuestro Señor
que vive y reina por los siglos de los siglos.
Amen.
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